Hace unos años atrás en Mayo del 2001, Dios puso en mi corazón que había cinco cosas o áreas de nuestras vidas que debíamos guardar o proteger. Eso implica que esas áreas debían ser objeto de vigilancia.

Esas cinco áreas que Dios me mostró son:

  1. El oído.
  2. El corazón.
  3. Los labios.
  4. Los ojos.
  5. Y nuestros pies.